domingo, 10 de mayo de 2015

MUSEO JACINTO JIJÓN Y CAAMAÑO




Desde inicios de siglo, el conde Jacinto Jijón y Caamaño, heredero de una de las familias más ricas de Quito, se dedicó a rescatar y estudiar las piezas arqueológicas contenidas en el suelo ecuatoriano. Su reserva se convirtió en un museo histórico y funcionó en su casa de La Circasiana. Por su decisión, en 1963 las piezas fueron donadas a la Universidad Católica. Actualmente se exhiben en el segundo piso de la biblioteca de la institución. Pero se tiene previsto su traslado al Centro Cultural Universitario.
En uno de los rincones de La Circasiana, ubicada en las actuales avenidas Diez de Agosto y Colón, Jacinto Jijón y Caamaño reservó las piezas arqueológicas que fue encontrando en una labor a la que se dedicó desde joven, y que la dejó solo por su muerte, en 1950. Este aristócrata quiteño nació en 1890 y su inclinación por la arqueología empieza en su primer encuentro con González Suárez. Él, como presidente de la Academia Nacional de Estudios Históricos, fue quien lo motivó a la recuperación y estudio de las culturas ancestrales del país.
Entre 1909 y 1925, Jijón y Caamaño se dedicó a la prospección de suelos en las provincias ecuatorianas de Manabí, Carchi, Imbabura, Pichincha, Cotopaxi, Tungurahua y Chimborazo. Incluso realizó excavaciones en Maranga, en la zona norte de Perú. De esta manera, sus esfuerzos le permitieron establecer, por análisis estilístico de las piezas halladas, las culturas Protopanzaleo, Panzaleo, Tuncahuán y Puruhá. Además su labor ayudó a definir las culturas imbabureñas, manteña e inca en el país.



De acuerdo con el arqueólogo Ernesto Salazar, la importancia de la obra de Jijón y Caamaño está en que se 'logró establecer la primera secuencia cultural del Ecuador precolombino. Su interpretación fue esencialmente difusionista, concibiendo el desarrollo de los grupos locales como resultado de oleadas culturales de Centroamérica y los Andes centrales.
En el testamento de Jijón y Caamaño, declarado Conde de la Orden de Malta, quedaba dicho el anhelo de que su fondo arqueológico pasara a manos de alguna institución que lo conservara y promocionara.
Por eso, su esposa e hijo donaron en 1963 las piezas a la Universidad Católica de Quito. Entonces se estableció el Museo Jacinto Jijón y Caamaño. Y a la reserva arqueológica se sumó buena parte de la particular del arqueólogo Max Uhle, que incluye material cultural de Centroamérica y Perú. De más reciente data fueron incorporadas las colecciones de arte de las familias Jijón y Navarro.

En la primera se reúnen lienzos, esculturas, muebles, efectos personales y juguetes de los siglos XVII en adelante. Aquí sobresalen los nombres de Miguel de Santiago, Bernardo Rodríguez, Manuel de Samaniego, Manuel Chili y Bernardo de Legarda. En la segunda, en cambio, se exhibe una nutrida pinacoteca de autores nacionales de los siglos XIX y XX, entre los que destacan Joaquín Pinto, Juan Manosalvas, Luís Cadena, Antonio Salas, Víctor Mideros, Juan Pablo Sanz, Juan León Mera Iturralde, Roura Oxandaberro y Oswaldo Guayasamín.
El Museo Jacinto Jijón y Caamaño se ubica en la Universidad Católica del Ecuador, 12 de Octubre y Carrión, en el 1er piso de la Biblioteca.

Dirección: Avenida 12 de Octubre y Carrión. Horario: Lunes a viernes de 8:00 a 16:00 horas.

Servicios: Guías, auditorio, sala para exposiciones. 

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